miércoles, 25 de febrero de 2009

Patas para arriba, la escuela del mundo al revés

Volviendo de vuelta a los trajines que implica publicar una entrada en el blog, me inclino por ignaugurar este regreso con la recomendación de un libro que leí en enero, y que sin dudas me parece imperdible.
Han sido ya varias, mis publicaciones referidas a Eduardo, pero al no recibir quejas, me decido por entregar una más...

En "Patas para arriba", Galeano nos propone una division del texto que seduce de entrada, el indice es como la planificación de un curso, dividido en clases, o en temas a enseñar, o en fin, en capitulos.
Yendo directamente al contenido del libro, se puede decir que es un relato ironico y muy critico.
Galeano nos cuenta partes de la "otra historia" la que no fue contada, pero además nos muestra como en este mundo todo está totalmente dado vuelta, y, como, las que rigen son las leyes del consumo y del poder. Nos habla de las terribles atrocidades que se cometen día a día desechando la capacidad humana, y tambien matando humanos claro... Las diferencias sociales que se acrecientan en todos lados, como america latina es nada mas que una marioneta de EE.UU y de Europa, en fin, es interminable nombrar todo lo que galeano propone en "Patas para arriba", simplemente les digo que leerlo les sera de un gran agrado, y si no es asi, al menos habran leido una posición o una ideología diferente a la propia.
Hubiera querido hacer esta entrada con el libro al lado, pero lo tuve que devolver porque no era mio, y en internet, donde supuestamente esta todo, lo que se refiere a literatura latino americana, pocas veces se encuentra... Entonces les digo, que no les queda otra que comprar o conseguir el libro y leerlo, para que este post sea totalmente en vano.
Hubiese querido tambien conseguir más extractos y copiar aca, al menos el indice del libro que es lo que, como dije, seduce de entrada... a falta de eso, les dejo una cita que encontré en la red.
Saludos para todos.
Ezequiel Bahillo

Extracto de:
Patas para arriba: la escuela del mundo al revés. Eduardo Galeano
Capitulo: "Educando con el ejemplo"


Los alumnos

Día tras día, se niega a los niños el derecho a ser niños. Los hechos, que se burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida cotidiana. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar como el dinero actúa. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura, para que se conviertan en basura. Y a los del medio, a los niños que no son ricos ni pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano acepten, como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte tienen los niños que consiguen ser niños.

Los de arriba, los de abajo y los del medio

En el océano del desamparo, se alzan las islas del privilegio. Son lujosos campos de concentración, donde los poderosos sólo se encuentran con los poderosos y jamás pueden olvidar, ni por un ratito, que son poderosos. En algunas de las grandes ciudades latinoamericanas, los secuestros se han hecho costumbre, y los niños ricos crecen encerrados dentro de la burbuja del miedo. Habitan mansiones amuralladas, grandes casas o grupos de casas rodeadas de cercos electrificados y de guardias armados, y están día y noche vigilados por los guardaespaldas y por las cámaras de los circuitos cerrados de seguridad. Los niños ricos viajan, como el dinero, en autos blindados. No conocen, más que de vista, su ciudad. Descubren el subterráneo en Paris o en Nueva York, pero jamás lo usan en San Pablo o en la capital de México.

Ellos no viven en la ciudad donde viven. Tienen prohibido ese vasto infierno que acecha su minúsculo cielo privado. Más allá de las fronteras, se extiende una región del terror donde la gente es mucha, fea, sucia y envidiosa. En plena era de la globalización, los niños ya no pertenecen a ningún lugar, pero los que menos lugar tienen son los que más cosas tienen: ellos crecen sin raíces, despojados de identidad cultural, y sin más sentido social que la certeza de que la realidad es un peligro. Su patria está en las marcas de prestigio universal, que distinguen sus ropas y todo lo que usan, y su lenguaje es el lenguaje de los códigos electrónicos internacionales. En las ciudades más diversas, y en los más distantes lugares del mundo, los hijos del privilegio se parecen entre sí, en sus costumbres y en sus tendencias, como entre sí se parecen los shopping centers y los aeropuertos, que están fuera del tiempo y del espacio. Educados en la realidad virtual, se deseducan en la ignorancia de la realidad real, que sólo existe para ser temida o para ser comprada.

Fast food, fast cars, fast life: desde que nacen, los niños ricos son entrenados para el consumo y para la fugacidad, y transcurren la infancia comprobando que las máquinas son más dignas de confianza que las personas. Cuando llegue la hora del ritual de iniciación, les será ofrendada su primera coraza todo terreno, con tracción a cuatro ruedas. Durante los años de la espera, ellos se lanzan a toda velocidad a las autopistas cibernéticas y confirman su identidad devorando imágenes y mercancías, haciendo zapping y haciendo shopping. Los ciberniños navegan por el ciberespacio con la misma soltura con que los niños abandonados deambulan por las calles de las ciudades.

Mucho antes de que los niños ricos dejen de ser niños y descubran las drogas caras que aturden la soledad y enmascaran el miedo, ya los niños pobres están aspirando gasolina o pegamento. Mientras los niños ricos juegan a la guerra con balas de rayos láser, ya las balas de plomo amenazan a los niños de la calle(...)

4 comentarios:

nadi rbeiz dijo...

¿Habrá algo más triste, que un niño al que no le dejan ser niño?

Parece interesante, lo leeré.

¡saludos!

Nicolas El Lakkis dijo...

Excelente che. Había escuchado del libro pero todavía no lo leí. Muy piola la cita. Saludos

teeppe dijo...

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Unknown dijo...

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